El pueblo medieval de Besalú

Puente de entrada a Besalú

Puente de entrada a Besalú

Un largo puente de piedra acompañado de un par de torres dan la bienvenida a este pueblo con tanta historia que contar.

Besalú es un lugar que existe desde la prehistoria. Posteriormente, los íberos establecieron un poblado, también los romanos. Pero no es hasta el siglo X cuando se documenta la existencia del castillo medieval, aunque se piensa que ya podía existir desde el s.IX.

Como en otras ciudades de la Edad Media, la comunidad judía está presente. De hecho, en Besalú, ésta formaba el 20% de la población, que se situaba alrededor de unos 1.000 habitantes.

Miqvé de Besalú

Miqvé de Besalú

Quizás la construcción más destacable por ser una de las pocas que se han encontrado en Europa, es el Miqvé, es decir, los baños judíos.
Se trata de una construcción con planta cuadrangular con unas escaleras que dan acceso a una piscina de unos 8 metros cuadrados. Los baños judíos formaban parte del ritual religioso de esta comunidad, ya que era la forma que tenían de purificarse. Los hombres acudían semanalmente y las mujeres iban después de tener el periodo, antes de casarse y después de dar a luz. El ritual consistía en meterse en el agua hasta el pecho y sumergirse en ella completamente 3 veces. Este tipo de baños estaban situados a un nivel más bajo que el río, por lo que el agua de la piscina se iba renovando evitando su estancamiento.

El descubrimiento del Miqvé fue de manera fortuita como la mayoría de los casos. Encima de la construcción se edificó con el tiempo una tintorería. El dueño del local necesitaba tener un punto de agua y comenzó agujerear el suelo para construir un pozo. Al llegar a cierta profundidad se encontró con el techo del miqvé.

Justamente al lado de los baños se encontró la plaza de los judíos, que hacía la función de lugar de encuentro donde se debatía sobre diversos temas. Han aparecido restos de la antigua sinagoga que data del 1264 y los muros de la escuela donde niños y niñas acudían a recibir conocimientos.

Otro lugar de visita obligada en Besalú es el Monasterio de San Pedro del que sólo se conserva la iglesia. Se trata de un monasterio benedictino consagrado en 1003 que alcanzará su máximo esplendor durante los siglos XII y XIII. La iglesia, de estilo románico, presenta en la fachada un ventanal acompañado de dos leones a los lados que simbolizan la fuerza de la Iglesia ante el mal y el paganismo. En cuanto al interior hay que destacar el deambulatorio (pasillo alrededor del altar), inusual en las iglesias románicas. Se piensa que se construyó para que la gran cantidad de peregrinos que la visitaban pudieran acceder al claustro. De esta manera se evitaba que pasaran por delante del altar y que molestaran las personas que rezaban. Sin embargo, en el suelo se sitúan las tumbas de los abades más importantes del monasterio acompañadas de una fosa común que, lejos de ser un entierro despreciable, acogía los monjes que habían vivido en comunidad y que serían enterrados de la misma manera.

Finalmente, también es aconsejable visitar la parroquia de San Vicente que, a pesar de ser románica, presenta rosetón y vitrales propios del gótico. Además, se puede considerar como una construcción muy alta en relación al estilo románico. La explicación sería la intencionalidad de los constructores de dar a entender que era un lugar poderoso. En el interior, se guarda la Vera Cruz cedida por Francesc Cambó que sustituía la que llevó de Roma Bernat Tallaferro y que desapareció en el s. XIX.

Os recomiendo que paséis un día por este precioso pueblo, si no lo habéis hecho ya, para transportaros a la Edad Media.

Si queréis información sobre las visitas guiadas, podéis buscarla aquí.

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